miércoles, 21 de marzo de 2007

HABANA 95


Octubre de 1995 decidimos ir a Cuba. Ya han pasado 12 años de aquel pionero viaje a la isla caribeña que nos valió a tres chavales para ver mundo y desmontar mitos. Antes de proseguir la historia y para no levantar faltas esperanzas he de decir que tras 20 dias en la ciudad de la caña de azucar no echó un palito ninguno de los expedicionarios, y es que éramos jóvenes e íntegros y aquel mundo de pobreza y salsa nos dejó más boquiabiertos que excitados. Y digo lo de desmontar mitos porque en la Habana de los noventa aterrizamos con 400kg de contrabando que unos supuestos amigos de mi madre habían facturado a nuestro nombre, se trataba de perchas, jabones, cosas para el mercado negro. La primera en la frente ,nos retuvieron en la aduana. Finalmente llevamos a un acuerdo con el mozo de aduanas 1 cartón de Galoisses frances para el negrito y nos dejaba salir de allí exclusivamente con nuestro equipaje. Los pseudocontrabandistas se las vieron luego con mi madre que vino hasta la Habana unos dias a cuidar de sus niños. No recuerdo muy bien como llegamos hasta la ciudad pero no olvidaré que nada más registrarnos en el hotel el conserje nos dijo que no saliésemos del mismo porque estaban en fiestas en la ciudad vieja y era peligroso para los extranjeros. Ni que decir tiene que no hicimos ni caso, y solo lo pasamos mal en un par de ocasiones y es que en unas calles en estado de semiruina y sin alumbrado eléctrico a los negritos del casco viejo solo se les veía cuando sonreían. Comimos una mierda de pastel tirado en el suelo sobre papel de estraza porque insistió un supernegrote ex-boxeador olímpico y bebimos a morro un aguardiente casero de una botella compartida con bocas expeluznantes pero aquella noche valió realmente la pena y es que las cosas saben mejor cuando tienes la sensación de vivir algo "peligroso".

Tres dias de hotel llevabamos contratados porque obligaba el gobierno local y después nos alquilamos un apartamento que recuerdo nos costaba 30$ diarios. Los coches se paraban por la calle, a cualquiera daba igual si les dabas 4 ó 5 pavos te llevaban a cualquier sitio. La verdad es que no llevabamos demasiada pasta pero a mi me sobró la mitad porque comíamos siempre lo mismo, pollo o cerdo y por poco dinero en lo que llamaban "paladares" que venía a ser lo mismo de los coches aplicado a las casas, es decir; un tio que te abría la puerta de casa y te daba de comer. La gente era incomprensiblemente alegre, yo creo que todo el que tenía ganas de trabajar se piró en su día de la isla y se quedaron los más flojillos (flojillo=Jamperding) con lo que la gente no se quejaba de su situación y se reían a carcajada limpia de todo. Recuerdo especialmente un viejo desdentado que paseaba entre montañas de desperdicios que la gente hacía delante de sus chalets, y nos dedicó unos minutos de su particular filosofía caribeña según la cual realmente ellos eran los que mejor vivían del mundo.

Una gozada sus playas aunque la verdad las vimos poco, algo de playitas del este y luego un dia de snorkle en una playas cercanas a la Habana donde Bobi empezó a practicar buceo de cara al descenso del Sella que haría años despues. Me encanta la foto de Bobi con la chavala besandole con esa energía que solo una latina sabe dar, me la imagino diciendo "que rico papi, quieres hacel el amol?" . El Havana 7 tostado nos costaba 4$ la botella de contrabando, las drogas por supuesto ni las probamos pero eran baratas, las chavalas hablaban de 40 ó 50$ por tu ya sabes chiiiico... pero tampoco las probamos y las operaciones de cambio de sexo debían de ser carísimas por que los travestis que nos abordaron una noche delante de la Fiat (único concesionario de isla en aquel momento) tenían más pelo en el pecho y la barba que nosotros. Tampoco los probamos.

La música .... por supuesto la salsa!... estaban de moda "el médico de la salsa" y un grupo del que no recuerdo el nombre pero sonaba a todas horas una canción que contaba la historia de una chavala (jineteras las llamaban) que buscaba a "uno que tenga más de treinta y que pague la cuenta" o lo que era lo mismo " un papirriqui con guaniquiqui" . Respecto a la bebida no hubo discusión ron y más ron, solo cambiaban las formas de tomarlo, solo, con hielo, con tropi-cola, con limón= mojiiiiiiito ah! una gente que sabe montárselo esta de Cuba.

El dia que nos fuimos de la isla se nos pincho una rueda del Lada ruso de 40 años que nos llevaba amigablemete al aeropuerto y tuvimos que cambiarla con toda suerte de inventos cubanos a modo de herramientas bajo una lluvia de mojaba pero daba igual porque en primavera en cuba a 25-30º y 85-90% de humedad siempre estás mojado. La verdad es que fue una experiencia divertida y emocionante a nuestros 2o años pirarnos 20 dias a Cuba.



2 comentarios:

ojos oceánicos dijo...

me has dejado impresionada!!

cuántos días llevabas sin hablar??? cómo sigas escribiendo a este ritmo puedes publicar un folleto informativo con publicidad de tucasa.com, jajaja

intentaré leerlo todo. un beso

COBRA dijo...

estoy enganchado lo admito pero tu eres una de las culpables que con tu blog y el de Bea me metisteis la idea. Un beso