Alguno que se preguntará que si estoy vivo e incluso agradecerá esta entrada que escribo para variar, bajo la influencia escocesa de un malta con coca cola. Ni que decir tiene que escribir no me cuesta y que contar no me falta pero es el tiempo el que me limita, son las oportunidades las que escasean, y no es por mal decir que os quiero y siento morriña cuando pienso que tardaré en veros y en tomar la siguiente copa a vuestro lado.
Como siempre son las fotos las que centran el argumento y es que soy más visual que léxico, pero antes dejarme decir que me los estoy pasando de PUTA MADRE y es que para eso no hay translate que valga ni San Pedro que la vendiga. Mi trabajo, es una bendición: enseño a la gente a hacer algo que de por sí me gusta y que en el fondo me encantaría que todos aprendieran a valorar, y es que el buceo tiene ese puntillo de deporte de aventura con rollo ecologista.
El de amarillo el capitán, las de amarillo Renata y Alex dos PR, el de blanco por fuera y negro por dentro se llama Che White que manda cojones para un negrito de Londres, el de la gorra Emilio otro instructor también, la rubia es la videógrafa Eleen de Suecia.... nuestra sirena!! me queda el de la máscara retro jaja se llama Ryan y es de Australia y el grupito pues los que pagan... los clientes. La mayoría de mis compañeros solo hablan inglés y aunque el 90 % de los clientes también de vez en cuando vienen españoles, argentinos o chilenos y o me los dan a mi o a Emilio y lo paso genial porque puedo hablar cristiano por un rato jeje que aunque parezca increíble aquí es la excepción!! en el trabajo solo hablo inglés y cuando salgo de marcha todo el mundo es de cuarenta mil países distintos y claro más hablar inglés.
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