De nuevo nuestro gran amigo Ramón nos ha agasajado con un fantástico finde en la ria de Vigo a
bordo del Adagio. Lo cierto es que el verano se nos estaba jodiendo con este tiempo de locos pero este sábado nos dio una tregua y nos permitió disfrutar de una jornada de sol y navegación (costerilla eso si) de las que hacen afición.
Si hemos de recordar anécdotas contaremos que jugamos un buen rato a un juego aparentemente ridículo pero que a la postre son los mejores en los que teníamos que adivinar un supuesto personaje famoso que cada quien tenía asignado y desconcía, lo cierto es que me quedo con Don Jaime de Marichalar que fue el causante de un bañito de última hora como castigo para Casteleiro que no acertó el propio. He de admitir que aunque en estas lides fui capeando el temporal en el posterior juego de "las películas" me descubrí como un auténtico desastre aunque afortunado ya que escapé de la quema gracias a mis compis. Resulta increible ver cómo alguien puede transmitirte con las manos el concepto de "Misión imposible", atónito oiga!
Las nécoras de Don Francisco volvieron de nuevo a hacer las delicias de los presentes y los convites de Don Peque en su discoteca "Moulin Rouge" que de nuevo no nos dejó pagar ni la primera. Vaya desde aquí nuestro agradecimiento y que no sirva este argumento para que se nos acoplen muchos gorrones en la próxima travesía.
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